Revertir el Alzheimer de Juan Pablo Segura

Disculpe si aún no me he presentado. Mi nombre es Juan Pablo Segura, y hace varios años comencé a darme cuenta de cierto deterioro psíquico que mi padre comenzó a tener. En un principio consideré este hecho como algo propio de su edad, aunque su edad no era tan avanzada, ya que solo tenía 60 años.

Mi padre comenzó a experimentar ciertos olvidos sobre hechos cotidianos, que si bien llamaron mi atención, consideré que eran normales.

Más tarde sus olvidos se expandieron, y se transformaron en grandes lagunas mentales que comenzaron a invadir recuerdos, tanto recientes como de su pasado lejano. Fue allí cuando comencé a preocuparme y decidimos junto a mi hermana consultar a un especialista.

Luego de incontables pruebas y de una esperable derivación a un neurólogo, llegó el día en que nos dieron  la mala noticia, mi padre sufría de Alzheimer.

Por supuesto, el tratamiento que nos ofrecieron no nos daba demasiadas expectativas de mejora, y era elementalmente sintomático. Además, para nuestra desgracia, no lo podríamos llevar adelante en forma permanente, ya que se debía interrumpir la medicación cada tres meses para evitar los efectos secundarios de los fármacos que se le recetaban.

En esos momentos yo me encontraba rindiendo las últimas materias de mi carrera de medicina, y ante la tristeza de ver como mi padre lentamente perdía su capacidad intelectual, comencé a consultar a todas aquellas personas que podrían ayudarme con sus conocimientos, desde eminentes profesores y jefes de cátedra, hasta compañeros de aula.

Las respuestas eran siempre las mismas. Los tratamientos que recomendaban para el mal de Alzheimer eran solo para tratar los síntomas y siempre existían ciertas reservas, ya que los efectos secundarios de esos tratamientos podrían producir males peores.


Ante la falta de tratamientos que sean realmente efectivos, opté por investigar por mi propia cuenta. Y me prometí no descansar hasta poder encontrar algo que ayude a mi padre.

Mientras mis investigaciones continuaban, tuve la fortuna de finalizar mi especialización como nutricionista y logré así calificar para una ayudantía en la cátedra de Nutrición del adulto mayor. Gracias a esta oportunidad invaluable, pude tener encuentros con docentes de una calidad increíble, con los cuales discutía sobre mis investigaciones para encontrar un tratamiento que permitiera prevenir, controlar y eliminar los problemas de Alzheimer.

En uno de esos encuentros, el Dr. Bianchi, un profesor que nunca voy a olvidar, me hizo ver algo revelador... y eso es que la contaminación ambiental nos impide defendernos de las enfermedades.

Según su explicación, esta contaminación llega a nuestros cuerpos a través de la acidez de los alimentos que ingerimos, el agua que bebemos y el aire que respiramos. El organismo del ser humano, al estar expuesto (de manera voluntaria o no) a dicho nivel de polución, no genera las defensas necesarias para evitar enfermedades.

Esa charla con el Dr. Bianchi  siempre la llevaré en el recuerdo. Fue para mí un momento de quiebre, ya que me di cuenta que mi investigación debía estar orientada a los niveles de contaminación que el cuerpo humano está recibiendo en la actualidad.

Esta base de conocimiento, y las investigaciones que realizaba diariamente, fueron las que me permitieron acceder al nuevo descubrimiento que anteriormente nombre, y que muchos intentan mantener oculto...
La Causa Raíz del mal de Alzheimer es la dieta y el estilo de vida de la sociedad moderna!


Ahora que usted sabe que el exceso de ácidos en el cuerpo es la causa verdadera del problema de Alzheimer (y de muchos otros problemas), podrá comprender fácilmente cual es el secreto de mi sistema, que ha generado una verdadera revolución en el ámbito de las terapias alternativas.

Mis investigaciones demostraron que el cuerpo realiza un trabajo excesivo al tener que absorber y neutralizar los alimentos que provocan este desorden interno y que llevan a la acidez extrema.

Pero la buena noticia es que una vez que se deja de administrar esos alimentos, el cuerpo obtiene un descanso y comienza a limpiarse de ácidos. Y si se siguen algunos simples pasos, el cuerpo puede comenzar a sanarse a sí mismo y reconstituirse.

De esta manera el cuerpo comienza un camino a su estado original de salud y energía vital, y comienza allí el retroceso del mal de Alzheimer.

No es un secreto que el cuerpo humano tiene la virtud de poder sanarse a sí mismo, por medio del sistema inmunológico ante una enfermedad, o cuando restaura una herida, o un órgano dañado. Pero el cuerpo no puede hacer esto si es atacado constantemente. Es por eso que primero se debe detener el ataque y luego hay que darle las herramientas necesarias para que pueda limpiarse a sí mismo.

De esta manera pude concluir que un sistema sería efectivo solo si centrase su funcionamiento en el tratamiento de la causa raíz del mal de Alzheimer. Esta es una visión totalmente distinta a la que usted conocía hasta ahora, que solo se ocupaba de medicar a las personas para controlar los síntomas!

Los tratamientos actuales solo combaten los síntomas desde el exterior, con drogas que enmascaran esos síntomas, pero que no curan la enfermedad. Es más, esos peligrosos medicamentos que los médicos recetan pueden aumentar sus problemas, ya que debilitan su sistema inmunológico y generan una dependencia de la que es imposible salir.

Luego de varios años de investigaciones, comencé a desarrollar un sistema que pusiera en práctica lo que ahora sabía.

Con la simple técnica de prueba y error, y concentrado en esos puntos, probé en varias personas con mal de Alzheimer (entre ellos mi padre) distintos métodos naturales para eliminar la acidez del cuerpo y comenzar a regularizar el funcionamiento del mismo.

Luego de largos meses de pruebas y trabajo en equipo con otros profesionales, por fin logré identificar cuáles eran las mejores maneras para regularizar el funcionamiento del cuerpo, logrando frenar el avance y revertir el mal de Alzheimer.

Luego de obtener increíbles resultados en la situación de salud de mi padre, compartí el descubrimiento con mis familiares, amigos y personas que me había cruzado a lo largo de mis investigaciones.

Quería ayudarlos a que consigan lo mismo que yo había conseguido... Volver a ver a mis seres queridos viviendo una vida plena, sin la presencia de esa maldita enfermedad!

Los resultados que obtuvieron me sorprendieron aún más, el 95% de ellos lograron ver cambios notorios, y en poco tiempo! Y el 5% restante lograron mejoras y detuvieron el avance de la enfermedad.

Entonces, en esos momentos, una gran idea me alumbró. Si este tratamiento había servido para mi padre y para la gente con quienes lo había compartido, entonces podría servir también para muchas otras personas.

Impulsado por el consejo y el aliento de mis familiares y amigos, me decidí a escribir una guía paso a paso que explicara con lenguaje simple y claro para cualquier persona, sin la necesidad de conocimientos médicos previos, cómo poder revertir el mal de Alzheimer.

En sólo seis meses mi obra estuvo lista, y en otros seis se convirtió en un éxito editorial que afortunadamente ayudó, y sigue ayudando, a más de 5.000 lectores a vivir mucho mejor.

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